miércoles, 29 de junio de 2016

Ararat fue su destino

Después de tanto navegar sobre ruedas yacía allí siniestrado o encallado como el Arca de Noé en la florecida montaña de Ararat cuando comenzaron a descender las aguas.

El milagro de las flores


El Hombre, hecho cadáver a causa del enfisema pulmonar estaba allí, libre de humo sin embargo, como resucitado por la inconmensurabilidad de las flores.