lunes, 29 de agosto de 2016
El Juglar de Macondo
sábado, 27 de agosto de 2016
El Centauro que llevamos por dentro
Lorenzo Barquero nunca pudo matar el Centauro que llevaba por dentro porque cuando estuvo a punto de flechar murió encandilado por una estrella de primera magnitud.
viernes, 26 de agosto de 2016
La Enfermedad del Inssomnio
lunes, 15 de agosto de 2016
Soledad
Este
pueblo ribereño del Orinoco era tan solo que el obispo Antonio María Durán lo
consagró como Soledad y para que no se sintiera íngrimo le puso de compañía una
réplica de la imagen de la Virgen de la Soledad que habían enterrado los
visigodos para librarla de los musulmanes en el siglo V cuando invadieron a
España.
sábado, 13 de agosto de 2016
El Infortunio de la Inquisición
La
mano larga y siniestra de Juan Calvino pudo alcanzar a Miguel Servet para quemarlo
vivo y todo porque hizo evidente que la sangre no era estática sino que fluía
como un río por todo su cuerpo.
viernes, 5 de agosto de 2016
El Valor Mortal de la Tierra
Simón
Bolívar en su hacienda de Yare (1807) estuvo a punto de consumar un duelo a
muerte con el doctor Nicolás Briceño en el curso de una amarga disputa por un
pedazo de tierra. Aquí mismo en Caratero
de Ciudad Bolívar se dio algo similar entre Pacheco Nessi y su vecino Ramón
Cornieles y un poco más allá en pleno Llano, la gran Familia
Luzardo-Barquero, de larga estirpe llanera, casi la extingue la disputa letal
por la Palmas de la Chumista, que dividía sus propiedades ganaderas y que
Gallegos recoge muy bien en su novela “Doña Bárbara”.
miércoles, 3 de agosto de 2016
El General Piar y el Coronel Buendía
El
coronel Aureliano Buendía frente al pelotón de fusilamientos recordaba
nostálgico el día en que su padre lo llevó a conocer el hielo, mientras el
General Manuel Piar se lamentaba en el paredón de la Plaza de Angostura
haberle entregado el coroto el General
Simón Bolívar.
martes, 2 de agosto de 2016
Melquiades
Debajo
de un mismo nombre se esconden dos personajes novelescos: el Melquiades de Doña
Bárbara capaz embrujar y sacar al conjuro de su mirada tártara los gusanos que
minan la salud de las bestias y el Melquiades de José Arcadio Buendía, en Cien Años de Soledad, que trastoca
su personalidad y potencial imaginativo.
lunes, 1 de agosto de 2016
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