sábado, 22 de marzo de 2014

El perro de Marceliana



Marceliana Coello vivió con su único e inseparable compañero:  “Daramis”, un perro negro lanudo al lado del cual interpretaba por las noches en su piano “Claro de Luna”,  y  luego acostada  en el patio contaba las estrellas hasta dormirse.  Una noche  se quedó dormida para siempre.  Su perro inquieto la olisqueó de pies a cabeza antes de salir a la calle a le media noche y llorar  doloridamente como un lobo.  Después del sepelio estuvo sin comer en días.  Finalmente  abandonó la casa y fue a morir sobre la tumba de su ama.

miércoles, 5 de marzo de 2014

El Caballo Negro


El glaucoma implacable se comió los ojos de Roberto Briant. Un anciano del sector lo atribuyó a la maldición de un Pastor evangélico.  El mismo que predijo la incineración del chalet de El Caballo Negro una noche terriblemente oscura alumbrada por el relámpago de las llamas.  Decía el mismo anciano que en el chalet no sólo ofrecían licores y hamburguesas, sino que se practicaba la filosofía del hedonismo.

sábado, 1 de marzo de 2014

La Memoria de Heddy


Heddy no podía ausentarse por un instante de la cocina porque el instante se le transformaba en un tiempo prolongado.  De manera que cuando volvía, el Carbón se burlaba de ella.  Todo comenzó a ocurrir desde el día en que el Alemán  la visitó y penetró en su memoria.

                                                                                                      @Piocid