Era algo así como la bíblica Sodoma y Gomorra donde no había más de diez mujeres decorosas, mandado a destruir por el magistrado Medina Angarita para levantar sobre los escombros dejados por las inundaciones del Orinoco un grupo escolar y de formación donde la moral y las luces rescataron el rostro de la vergüenza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario