miércoles, 19 de agosto de 2015

La dulce hiel del morrocoy


Mi madre decía que la hiel del morrocoy que era amarga como todas, adquirió un sabor melifluo cuando Jesús agonizando en la Cruz dijo “Tengo Sed” y un soldado le pasó por los labios una esponja empapada en ese líquido amarillo producido por el hígado del quelonio. 

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