martes, 24 de abril de 2018

El Insolente Pérez Soto



Solían contar quienes vivieron los tiempos oscuros del gomecismo que Vicencio Pérez Soto cuando vino en 1921 a sustituir a Marcelino Torres García como Gobernador del Estado Bolívar, los notables de la ciudad lo recibieron con una gran fiesta bailable, pero a la media noche, el General ordenó cerrar las puertas para que nadie abandonara el jolgorio y por la mañana se fue con todos a la plaza del Mercado y por donde pasaba tumbaba las bandejas con empanadas y arepas rellenas exclamando “yo pago”.  Al final se fue a la orilla del Orinoco y vestido de etiqueta se zambulló en el río invitando a todos hicieran lo mismo.  Después de esto, a evento festivo que organizaba el Gobernante, las guayanesas no s daban por invitadas y sólo acudían sus maridos.  Santo Remedio para que al militar del Tocuyo se le bajaran los humos. (AF)

lunes, 23 de abril de 2018

Candidatos presidenciales guayaneses



Durante la vida republicana, Guayana ha tenido tres candidatos presidenciales, pero sólo uno, el Doctor Raúl Leoni, pudo sentarse en la Silla de Miraflores.  Los otros dos, Juan Bautista Dalla Costa Soublette en 1876 y el doctor  Félix Montes en 1913, postulado por el periódico caraqueño “El Pregonero”, del periodista Rafael Arévalo González, debió exiliarse luego de encarcelado Arévalo González  por considerar el Dictador Juan Vicente Gómez que era unA provocación.(AF)

domingo, 22 de abril de 2018

La Mejor Compañía de los Presos Políticos




La música en cualquiera de sus formas se tiene como la mejor compañía de los Presos Políticos y lo testimonian ”Palabreo de la alegría perdida" de André Eloy  Blanco: “Compadre Venancio Laya / dígale a Juan Pablo Páez / que me mande mi guitarra / y usted mismo me la trae,,,” Lucila Palacio cuando su marido Carlos Arocha se hallaba cautivo cargado de grillos, ella distrae sus penas ejecutando fuertemente el piano de su casa. Igualmente Antonio Lauro,  Leopoldo Sucre Figarella,  sus hermanos Guillermo y Kiko, cuando se hallaban presos en la Cárcel de Pro Patria  perseguidos por la Dictadura de Pérez Jiménez y Pedro Estrada, formaron un grupo polifónico con presos políticos y comenzaron con esta parodia de “Maria Moñito”  “Si Pedro Estrada muriera / todo el mundo se alegrara / por lo menos los espías / los cabellos se arrancaran /  Con la alpargata / dale al cabrón / vuélvelo  polvo / sin compasión/.(AF)

sábado, 21 de abril de 2018

La Caída del Dictador

Escalante era un joven andino radicado en Ciudad Bolívar y el día en que se supo la muerte del Dictador Juan Vicente Gómez salió a las calles y junto con Lucila Carvajal Montes (Lucila Palacios) lideró a quienes jubilosos manifestaban.  Escalante luego de Lucila se colocó al pie de la peana del busto de Falcón en el Paseo y pronunció su arenga enumerado las tropelía  del Dictador andino  y suscitando la indignación hasta el punto de exclamar la multitud casi al unísono:  ¡Abajo los Andinos!, pero a pesar de que Miguel Escalante también calzaba el gentilicio fue aclamado y cargado en hombros por la muchedumbre. (AF)

viernes, 20 de abril de 2018

Los Morichales de Ciudad Bolívar



Todavía durante los años de 1940 se hablaba de “Los Morichales de Ciudad Bolívar” y… ¿Cómo es eso si Ciudad Bolívar nunca tuvo la palma Moriche sino en su entorno más bien muchos árboles frutales.  La explicación está en que Morichal de acuerdo con el habla del guayanés abarca la acepción de Campo o finca campestre y eso viene porque las casas de los campos o fincas las techaban con la palma moriche abundante en las extensas sabanas del Sur donde largos caminos de moriches se alinean y entrecruzan.  Interminables sendas de palmeras por cuyos pies discurre el agua donde abrevan la fauna propia del medio como también viajeros, llaneros, campesinos y desde tiempo inmemorial las comunidades primitivas.(AF)


jueves, 19 de abril de 2018

El vicio de la Lectura



Se ha hablado del vicio de la lectura como una moderna perversión y se ha dicho que no hay vicios más difíciles de erradicar que aquellos que popularmente se consideran como virtudes. Entre ellos, el vicio de la lectura. En la Angostura del pasado, la lectura era un hábito muy arraigado, tan arraigado que Lucila Palacios habla en su Espejo Rodante de una muchacha llamada Luisa Duarte que leía en el patio de su casa indiferente a los proyectiles que pasaban sobre su cabeza el día en que barcos de Cipriano Castro bombardearon Ciudad Bolívar cuando el Capitán  Ramón Cecilio Farreras  se pasó al bando de la Revolución Libertadora.  Igualmente habla de su padre Timoteo Carvajal que iba a la guerra acompañado de un baúl lleno de libros.(AF)