domingo, 25 de noviembre de 2012

A buen hambre


Aquél señor no le apetecía otro pan que el que ofrecía, aunque a precio prohibitivo para el común de a gente, la más distinguida panadería de la comarca.  Pero durante un tiempo de hambre y escasez, no le quedo otra alternativa que alimentarse con un pan despreciable que de buen hambre encontró delicioso como el mejor.

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