La infinitud del escarabajo

Haldame, quien era un ávido coleccionista de insectos, cambió su profesión de entomólogo por el de Físico al darse cuenta que agotaría su vida sin terminar de inventariar las especies de un coleóptero  llamado escarabajo, el mismo que se le metió en el cerebro a Kafka y con el cual el Mariscal Rommel pensaba conquistar el desierto.

El Estado tiene que ser como la esponja

En el Reino Animal  cada uno de lo componentes vitales de la esponja es autónomo e independiente mientras que las células del hombre, aunque especializadas, dependen una de la otra.

Priapismo

A Príamo con más de sesenta hijos sus coterráneo lo configuraban como un viejo y pesado galeón cuyo bauprés penetró en ardorosas jornadas de navegación los colores encendidos del horizonte.

¡¡¡Esta va por el periodista!!

La barloventeña, una generosa morena espigada, decidió probar suerte en las minas aluviales de San Salvador de Paúl y allá la encontré una mañana de agosto.  Trabajaba íngrima con el agua turbia hasta los muslos duros y hermosos cuando agradecida me obsequio una surrucada.  “Esta va por el periodista” Y mi suerte brilló en el tamiz. Aquel puñado de piedras preciosas lo guardaba en el closet, pero cuando volví a casa tras una ausencia de tres días, observé que mis diminutos brillantes ya no estaban, pero en el jardín de mi casa, un carro me sorprendía estacionado y con el cual después mi mujer, cada vez que lo intuía, arrollaba sin piedad mis idilios callejeros.  

La asexualidad

Este era una ciudad clonada.  Sus habitantes parecían todos cortados por una misma medida física y biológicamente sin una variación posible  hasta  que  uno de ellos absorbido por la naturaleza de un árbol le cantó un himno de alegría a la semilla.

Sacarina

Su padre la hizo bautizar con ese nombre porque siempre le pareció llamativo y agradable al oído, pero ignorando lo que realmente significaba hasta que alguien lo sorprendió y se preguntó cómo un nombre puede amoldar la manera de ser de una persona.  Sacarina su hija era dulce como mariposa libando el polen de una flor.

El amor de las Sabinas

No obstante lo cruento del conflicto bélico por el  rapto, el amor de la Sabinas salvó a Roma del estancamiento demográfico.

Ese, no aquél

Soy latina y vengo de la sigma griega, sibilante soy y provoco la memoria del lugar donde los habitantes tienen la pata grande y, por qué no, el submundo del viejo Plutón.

La ley de la poli

En la antigua Grecia, la ley de la poli estaba por encima de la ley natural.  De allí que Orestes no obstante perseguido por las Furias hasta la locura, fuese liberado del juicio que se le seguía por haber dado muerte a su Madre culpada de infidelidad.

La tristeza de la Loba

La loba se sumió en un profundo mutismo al saber que Rómulo, su hijo de leche, había dado muerte a su hermano Remo como lo hizo Caín con Abel.  Entonces imploró a Marte se lo llevara lejos para evitar que quemara la ciudad fundada por él como lo hizo en un arrebato de lira el caprichoso Nerón.

La silla de la abuela rococó

A tía Beca, los parroquianos de la isla le llamaba “la abuela rococó” porque para echarle cuentos a su nieto Marco Antonio, se sentaba en un mueble tallado con figuras de hojas. guirnalda, flores y cupidos.

El Agujero Negro

A la negra Rosa todo los pobladores la llamaban “El Agujero Negro“, según Abdón Lozada porque no dejaba escapar la luz de su alma y a decir de Tarita era una estrella que murió por falta de combustible.

Rodín

Rodin de tanto pensar se convirtió en una escultura teórica digna de Jonia.

El círculo vicioso del tiempo

Clepsidra se afanaba en atrapar al Tiempo hasta que al fin lo logró, pero por las noches se escapaba gota a gota hasta el amanecer  cuando el Sol oculto bajo un gnomon lo volvía a capturar para retornarlo con todos sus atributos  a la afanada Clepsidra.

Martín Lutero

Lutero habría alcanzado la santidad y universal veneración si sus conflictos teológicos se hubieran dado en su propia esfera religiosa hasta lograr lo que después del cisma fue la contrarreforma, pero la fraccionó de forma tal que ni sus propios y fanático seguidores lo recuerdan.

Tales de Mileto

Tales por caminar observando las estrellas en noche muy tachonada cayó en un pozo suscitando la hilaridad de quienes seguramente ignoraban que estaban ante  primer filósofo de la humanidad.

La Hélade

A los romano nunca le gustó el sustantivo “Hélade”  Prefirieron “Grecia” en la costa del Asia Menor.  Allá dicen los investigadores que nació la Filosofía como razonamiento derivado de las discusiones de todas las cosas.

El Mensajero

Este era un mensajero que no soportaba ya por tanto tiempo la voluminosa carga de los mensajes y un día extenuado de mucho andar se acomodó bajo la sombra de una frondosa ceiba y decidió liberarse poniéndose al tanto de cada destino.

Rogelia

Un día por mar y tierra hice un largo viaje con Rogelia a calar camarones rosados en la playa de Chilango.-  No hubo contratiempos porque la jueza era ella.

La costurera

Aquella mujer de frente ancha gastó su vida sobre una máquina Singer de manigueta confeccionando vestido de cretona a las mujeres de los pescadores de Punta Honda.

La Quiromancia

Su consultorio de la calle Libertad siempre estuvo concurrido por una  clientela informada de que el quiromántico como buen cartógrafo podía interpretar en las líneas palmares de sus manos los códigos del mapa  de la vida.

Elena

Como Raquel, la esposa del bíblico Jacob, murió para  poder darle vida a su único hijo.

Alicia

Alicia era el verdadero nombre de una muchacha que por estar dotada de una voz preciosa, los circunstantes de los convites donde ella asistía, solían pedirle: ¡Canta Alicia! ¡Canta Alicia! que termino reconocida con el cognomento de “Cantalicia”.

Pablo el olvidadizo

Pablo por varios  meses vivió prisionero de la dictadura del Olvido hasta que le trajeron de Alemania al  defensor Alois Alzheimer, quien le  hizo  una buena defensa hasta quedar libre.