El inquieto reportero de un periódico salió
la noche del 31 de diciembre en busca del
suceso que nunca falta en la dinámica del
tráfago decembrino, pero ¡oh sorpresa! Al
detener su auto ante los destellos de un accidente vial, corrió al lugar y
sobresaltado casi se va de bruces lleno de llanto y dolor al ver que era su
hija la que yacía sobre el pavimento.
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