Como madre siempre me opuse, comadre, a que mi hijo saliera a la calle a protestar contra la violencia y la inseguridad. Ahora mi hijo yace aquí muerto al lado de su moto, víctima de lo que tanto pretendía denunciar. Lo que me desgarra el alma es que no muriera por una causa justa sino por una causa crónica impune.
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