miércoles, 22 de octubre de 2014

Periodista sin armas y sin alma


Se hallaba de improviso en el Aeropuerto cuando un avión de salvamento se aprestaba volar a las cercanías de Canaima ante la alarma de  veinte turistas muertos en un siniestro aeronáutico.  Como buen reportero logró cupo en el avión pero desprovisto de sus herramientas de trabajo.  Ya en el sitio apartó su alma desconcertada por el dolor y despojó a turistas de sus cámaras, bolígrafos y libretas para que fuese posible al día siguiente la ilustrada narración del suceso.

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