viernes, 24 de octubre de 2014

Superstición bucólica


El Geólogo como extraviado caminaba  extenuado por el camino que lo condujo a un rancho. Al no percibir señal de vida abrió la puerta, pero todo estaba oscuro y desolado.  Entonces se encaramó sobre una troja y allí lo rindió el sueño hasta la madrugada que lo despertó un tropel que entró y al verlo retrocedió y corrió despavorido.  El Geólogo sorprendido encontró la explicación en un campesino que yacía muerto y amortajado sobre otra troja.

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