Marcos, esclavo
del alcohol, decidió un buen día emanciparse y tras un riguroso tratamiento,
emocionado por haber pasado tres días sin ingerir una sola gota, brindó con sus
amigos para celebrarlo hasta quedar vuelto una crápula irremediable.
Ella tenía la
cola tan atractiva como la de un Quetzal y como el ave totelca vivía en la
alturas. Nunca quiso descender para
calmar con los alcaloides de su quina le fiebre intensa que me quemaba por su
amor.
Cuando sea
grande seré un gran intérprete de la música yaravi y utilizaré como quena el
fémur de uno de nuestros enemigos que pudiéramos vencer en la guerra.
El artesano
Pedro Pablo Fernández, a quien sus paisanos tildaban de “loco” me dijo en
cierta ocasión que discutir sobre si el mundo está formado por un sistema
espiritual o material carece de sentido pues cualquiera sea la respuesta el
universo no cambiará. Lo más importante
de una idea son sus consecuencias prácticas.
El ave de rapiña
con sus tremendas garras y pico duro encorvado, levantó hasta las nubes la
indefensa tortuga y tras dejarla caer contra la roca montañosa se regaló el
gran banquete.
Ella era una gritona despiadada, gelatinosa como una anémona y con tantos tentáculos como un celenterio. Por eso, parece mentira, quedé atrapado y sometido.
La tradición y
religión Mahometana autoriza al varón a tener cuatro mujeres mientras el
indostán tiene libertad de poseer cuantas quiera. El Venezolano
generalmente apunta hacia las dos a menos que sufra de hipolibidonosis.
Ulises
hizo con un tizón lo que David con su gomera. La diferencia estuvo en que
mientras el gigante Goliat cayó muerto, Polifemo quedó vivo pero ciego del
único ojo que tenía en el centro de la frente.
Podríamos decir que Odiseo vengó la muerte no sólo de su tripulación
devorada por el Ciclópeo sino la del pastor, prenda de amor de Galatea.
Pluto el Dios de
la antigua Grecia, encargado de distribuir las riquezas, fue sin duda un Dios
imperfecto pues era ciego y que para no hacer distingos a la hora del reparto
y cojo, por lo que siempre tardaba en
socorrer a quienes realmente lo necesitaban.
Danelly era
ella, pero sus admiradores la connotaba como la bella Piel Roja por su piel
color ladrillo porque de india norteña no tenía nada sino su talla alta, su
talante aguerrido y la cabellera entrelazada
con plumas de un pavo real que paseaba por el patio arbolado de su casa de
Upata.
Así, como la
planta herbácea, se llamaba ella, tal vez por ser delgada y de cabellera rubia. La más atractiva
del pueblo era y muy parecida a un hada cuando luego de viajar por la región
ecuatorial africana, retornó de la mano con un príncipe pigmeo que solía cubrir el día
pescando en el mar y cazando cangrejos rojos que parecían arañas, atascados en la arena de la playa bajo la asombrada mirada de la chiquillería.
Pedro Grullo era
un español, coplero como el llanero venezolano, que las cosas harto conocidas
para él siempre estaban allí, tácitas, y no había porqué mencionarlas. Por eso quienes conocían y sabía del
personaje, calificaban situaciones semejantes como perogrulladas.
Al igual que lo
hizo Perseo, los pescadores de la Isla de Coche decapitan las Medusas que ellos prefieren reconocer como “agua
mala” porque al pasar su cabellera sobre su piel sienten la caricia de una
piedra rodada.
En el río más
grande del continente meridional se transformaron las amazonas vencidas en
heroica lid por Belerofonte jineteando a Pegaso, el único caballo que pudo cabalgar
hasta el reino de los dioses.
Carlos fue
acusado de ofender gravemente la
majestad del Magistrado y en efecto nada había de calumnioso en esa acusación
que al final nunca prosperó por provenir
del hombre más tramposo y embustero del pueblo.
Siria era una
mujer radiante vista desde mi ventana, pero aún más espléndida desde la ventana
vecina. No obstante la distancia angular
tan segura la hacía inalcanzable.
Después de
revolotear Taras y Tijeretas, loros y guacas alzaron el vuelo para pedirles a la
Tempestad que pasara de largo y dejara tranquila a Venezuela bajo promesa que
desde ahora en adelante “nos portaremos
como Dios manda”.
A los músicos
bolivarenses perseguidos por la Dictadura los protegía el Brujo Yaguarín, quien
prevenía a la Policía de correr el riesgo de apagársele el espíritu si los
aprehendían.
Hubo un tiempo
en que iba con su cámara capturando el paisaje y el suceso que luego conducía a
través de un túnel distante y aparatoso hacia otra dimensión. Ahora aprendió acortar la distancia.
El ribereño
siente la brisa sobre su piel con sabor a
sabana mojada y en contraste con el Orinoco como un espejo, calmoso e
inalterable, las nubes vueltas girones se desplazan a gran velocidad hacia un
horizonte dialogando con el amarillo. He
allí el punto de arranque del Chubasco.
Cada ser humano
sobre la Tierra es una caja de Pandora que por omisión o intención incontrolada
se expone hasta padecer cualquiera de los males para terminar aferrado a lo
único que le queda: la Esperanza.
Escuchó
atentamente el redoblar de un tambor.
Buscó por todas partes y halló un Carpintero alado picoteando el tallo de un árbol y con su lengüeta arponeando los insectos refugiados en los
pliegues de la corteza. Una vez satisfecho sintió que la madera era buena para
su covacha y la barrenó hasta quedarse habitando hasta el fatal día del
talador. Entonces ya no era el redoble
de un tambor sino la percusión de un bombo.
La orquesta es
un abanico abierto coronado de elementos percutores entre Contrabajos y
Arpa. En el vértice un Mago que con una
batuta dirige los instrumentos ubicados
en sus pliegues a partir de los violoncelos al pie del Mago a cuyos lados
suenan los primeros y segundo violines y en fila arqueada ascendente flautas,
oboes, clarinetes, corno, fogots y sobre éstos las trompas, trompetas,
trombones y tuba.
La lucha entre
el bien y el mal data desde el principio del hombre en la tierra y se
manifiesta de infinitas formas y maneras.
Yo hace tiempo milito al rescoldo de la inextinguible lámpara persa de
Ormuz siempre asediada por los recios chubascos de Ahrimán, opuesto a la luz de
la verdad, la bondad, la salud y la justicia.