sábado, 16 de mayo de 2015

Pimpinela


Así, como la planta herbácea, se llamaba ella, tal vez por ser delgada y de cabellera rubia. La más atractiva del pueblo era y muy parecida a un hada cuando luego de viajar por la región ecuatorial africana, retornó de la mano con un príncipe pigmeo que solía cubrir el día pescando en el mar  y cazando cangrejos rojos que parecían arañas, atascados en la arena de la playa bajo la asombrada mirada de la chiquillería.

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