La egipcia, mi
vecina, tiene dos hijos gemelos. El
Primero se llama Sirio A y el segundo Sirio B. A simple vista el primero es
brillante e inteligente y el segundo siempre torpe y opaco. Lo que no me explico es por qué el perro de
mi casa ladra con tanta rabia al primero.
Mi abuelo me dice sonriendo “Mira, hijo, lo que pasa es que el perro se
encandila y no puede ver más allá de su nariz”
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