Harto del Acreedor que persistentemente lo conminaba a pagar, el Deudor decidió cancelar su cuenta acumulada, pero de manera que pasara trabajo contando lo que tenía que pagarle. Así que se las arregló para convertir 14 mil bolívares en centavitos que distribuyó en manejables talegas. Luego se presentó a la casa del implacable cobrador y éste al ver los pesados bolsones se sorprendió, pero luego esbozó una sonrisa placentera porque, pensándolo bien, contar monedas hasta cierto punto, venía a ser casi lo mismo que su insólito hobby de contar estrellas. (AF)
miércoles, 26 de diciembre de 2012
El contador de estrellas
Harto del Acreedor que persistentemente lo conminaba a pagar, el Deudor decidió cancelar su cuenta acumulada, pero de manera que pasara trabajo contando lo que tenía que pagarle. Así que se las arregló para convertir 14 mil bolívares en centavitos que distribuyó en manejables talegas. Luego se presentó a la casa del implacable cobrador y éste al ver los pesados bolsones se sorprendió, pero luego esbozó una sonrisa placentera porque, pensándolo bien, contar monedas hasta cierto punto, venía a ser casi lo mismo que su insólito hobby de contar estrellas. (AF)
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