Mi madre tenía una gallina hermosa e inquieta que identificaba no sé
por qué como “Sinforosa”. Lo curioso es
que Sinforosa se diferenciaba de sus
congéneres porque ponía huevos descomunales de 250 gramos cuando lo
normal es que pesen 45 a 60. Los
huevos eran muy buscados por vecinos
apetitosos, pero desde el día que mi
madre consultó al Veterinario y éste explicó y fue divulgado que quizá se
debía a que la gallina padecía alguna mutación
genética, los huevos nunca más fueron solicitados.
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