domingo, 28 de julio de 2013

Sentenciada a ir a misa durante diez años.


Una joven que se declaró culpable de homicidio fue sentenciada a ir a la iglesia todos los domingos durante los próximos diez años. Cristina, de  28 años, se presentó al juez  y éste le dijo que a ella tocaba decidir cómo deseaba pasar los próximos diez años de su vida: Ir a la cárcel o pasar todos los domingos en un reclinatorio. Escogió la iglesia.  Cristina se declaró culpable del homicidio sin premeditación de su amante. Reconoció que le había dado muerte a tiros en la casa que compartían en un barrio de la ciudad. Había en su caso enormes circunstancias atenuantes. Su amante la había golpeado antes, casi hasta darle muerte, y la había amenazado con un arma.

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