A sus ocho años, Tony fue detenido por robar nuevamente, es decir, por
octava vez un automóvil y causar 50 mil
bolívares en daños cuando chocó contra un
camión y dos cercas. Tras ser
devuelto a su madre, volvió a ser detenido dos días después por robar otro
vehículo, chocar con otro automotor y darse con otra cerca. La policía
tiene sus dudas de si se trata de un caso de perseverancia vocacional, simple rutina o falta de imaginación del precoz caco.
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