"Toma
para diez canciones"; y el amigo bromista, animado por el ambiente de las
fiestas feriales de Ciudad Bolívar, metió una moneda en
la boca de un amigo cantante al que
tomó por una máquina tocadiscos. La
moneda llegó a donde no debía y
después de pasar por el esófago se
alojó en el estómago. Pablo Fernández Alba, de 18 años, fue hospitalizado
en espera de evacuar la moneda, y en caso
contrario, intervenido quirúrgicamente. El hombre, la más perfecta máquina,
no supo en esta ocasión ser máquina automática de música.
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