domingo, 6 de enero de 2013

El hombre alcancía


El hombre, desconcertado por lo que leía diariamente en los periódicos, terminó desconfiando de los bancos y cajas de seguridad. De manera que, para mayor tranquilidad, según suponía, se fue tragando sus ahorros moneda tras moneda hasta llegar a una cifra que al final sirvió para pagar la clínica y al cirujano.


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