lunes, 4 de noviembre de 2013

El hachis lo persiguió hasta la muerte

El artista plástico Pedro Orta abandonó el hachis creyendo que era el causante de su paranoia.  Se sentía perseguido por un camión de poderosas ruedas.  Tratando de encontrarse consigo mismo, aceptó pintar con los niños de un psico-pedagógico.  Creía en la dulzura de los niños como terapia espiritual y en la soledad como sustento de la libertad individual.  Por eso se independizó de la familia y levantó choza al borde de la perimetral, pero un día  saliendo de ella, su moto de 250 cilindradas, fue impactada por la velocidad de un enorme camión que lo dejó mortalmente tirado sobre el asfalto. 

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