El Gerente del Banco llamó al
Empleado en vista de concluir siempre su labor mucho antes que los demás, a fin
de que se encargara de recibir a los cobradores de la sucursal. Muy bien, señor, en el entendido, claro, de que un aumento del trabajo implica un
aumento del sueldo. Ah, sí?, pues queda
usted despedido!!! No había terminado de
pronunciar la última silaba del vocablo fatal cuando al señor Gerente le sobrevino un
infarto. El Empleado lo socorrió diligentemente
y pidió una ayuda que hizo posible ingresara a la Clínica donde se
recuperó. Ya de vuelta a la Gerencia,
saludo a todos con una sonrisa de agradecimiento, especialmente al Empleado
agraviado que continuó trabajando con sustancioso aumento de sueldo gracias al
infarto.
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