Un hecho realmente insólito se produjo en la ciudad cuando un paciente Pescador lanzó al río su anzuelo y capturó una avioneta. El piloto de la Piper se vio
obligado a acuatizar de emergencia hacía más de dos decenios al estallar un
cilindro en pleno vuelo y bañar de aceite el vidrio para brisa. La avioneta se
dio por perdida en plena selva hasta que arrastrada por el río fue rescatada ruedas arriba, sin trompa ni cabina, por el poderoso anzuelo de capturar lau-lau de un humilde pescador del Orinoco.
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